miércoles, diciembre 14, 2005

SARABAND (Ingmar Bergman, 2003)

¡Que placer ver que un tío tan viejo como Ingmar Bergman (87 tacos) está en plena forma! A esos últimos y fundamentales trabajos de los maestros Woody Allen y Clint Eastwood (Match Point y Million Dollar Baby respectivamente) hay que añadir esta joya titulada Saraband, estrenada aquí con dos años de retraso. Todavía se disfruta más si se ha visto Secretos de un matrimonio, esa obra maestra sobre la dificultad de convivir en pareja. Los protagonistas de esta nueva cinta son los mismos que la de aquella pero 30 años después (Secretos... es de 1973). Bergman no centra la historia en ellos, sino en el hijo y la nieta del personaje de Erland Josephson. Y vuelve a sorprender.

Aquí están presentes los personajes llenos de contradicciones y humanidad, la fotografía exquisita, los interrogantes sobre la muerte, los problemas generacionales... Antes de ir al cine me preguntaba que temas, o que matices aportaría Bergman si con sus películas de los 50 a los 70 ya había tocado el cielo. Y tampoco ha cambiado mucho, sin duda algo bueno. Sigue pensando que las mujeres son mejores que los hombres, que rara vez hacerse mayor implica ser mejor persona, y que, en definitiva, somos débiles, terriblemente débiles.
Pero lo dice con u
n tono más crepuscular, pero igual de vital que en el pasado. No me quiero alargar, sólo decir que todavía no he visto una película de este hombre que no sea una obra maestra. Lástima que Saraband esté grabada en vídeo en lugar de cine. Por lo demás, chapeau. Le doy un 9 o un 9,5.