MI PROBLEMA DE ADICCIÓN A LOS VIDEOJUEGOS (II)

Desde 1992 a 1999 fui un pequeño adicto a estos cyberengendros. No solo al Super Pang, como conté aquí en otra ocasión, sino a todo tipo de videoconsolas. Tuve la NES, la Mega Drive, la Game Boy y la PlayStation. En 1999 se produjo el efecto rebote, y los dejé totalmente de lado porque me parecían un divertimento para críos (vaya estupidez!). Por la casa de mis padres hay unas 300 revistasde videojuegos -desde los años 80 al mismo 99- y todos esas viejas consolas que pueblan mis armarios, que no sé si todavía funcionan o no. De todas maneras, ahora me pasa lo mismo con la música y el cine, así que no se si he avanzado mucho estos años...
Hace poco un amigo me habló del E-Bay, y no dejo de preguntarme cuanto me ofrecerán por estas reliquias y por todas esas revistas que son una enciclopedia de los orígenes de Mariobros y su tropa. Con los frikis que andan sueltos por ahí, seguro que me dan un pico por los números 1 de Hobby Consolas y Super Juegos...
En el piso en el que viví hace dos años había una PlayStation 2, con lo que retome el vicio gracias al ProEvolutionSoccer, aunque esa es la historia que les contaré en la tercera y última parte de mis adicciones con videojuegos.